Madurez no es otra cosa que la decisión propia de someterse al absurdo y al ridículo, aceptar una sucesión de actos maquinales mientras se nos escapa la vida. Madurez equivale a anonimato, a la destrucción del proyecto trascendente que es la personalidad. La madurez precisa un naufragio en la indiferenciación del tiempo. Madurar implica conformarse con la insignificancia, con la poquedad, con la inutilidad de todo acto
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
"madurar no implica volverse mas sabio, sino alcanzar el momento que anuncia el inicio de nuestra descomposición..."
ResponderBorrarestaba en un libro que aprecié con gusto, un libro de aforismos, de papel barato y tipos móviles impresos... me acordé de tu post, hace días que lo tengo anotado en mi cuaderno, hoy lo comparto.
"La madurez, suponiendo que tal cosa exista, es en último término una hipocresía".
ResponderBorrar