El mundo del cual somos responsables es éste de aquí: el único que nos hiere con el dolor y la desdicha; pero, también, el único que nos da la plenitud de la existencia: esta sangre, este fuego, este amor, esta espera de la muerte. El único que nos ofrece un jardín en el crepúsculo, el roce de la mano que amamos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario