O el amor se convierte en el fundamento de la vida o habremos, irremediablemente, de perecer. Porque sólo el amor es capaz de crear una esperanza sin la menor justificación, e invitarnos a un futuro incierto en el que, de no ser por el amor, hace ya tiempo habríamos dejado de creer. Es cierto que el amor funciona únicamente bajo la fascinación de lo imposible; pero quien no sea capaz de dar a luz una utopía y de entregarse por completo a ese ideal, está en la ruina. El amor es, entonces, nuestra gran fragilidad, pero es también nuestra gran fortaleza, lo único que nos sostiene. El amor es lo único que nos puede salvar.
08 abril 2010
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