Exhibirse resulta en cierto modo indecente, pero en el momento en que escribes no te exhibes. Estás sólo contigo mismo. Y no piensas en que se publicará algún día. En el momento en que escribes estás solo. A mi juicio, eso es, en verdad, el acto de escribir, un acto de inmensa soledad. El escritor sólo tiene sentido en esas condiciones. Lo que hagas posteriormente es prostitución. Pero, a partir del momento en que has aceptado existir, debes aceptar la prostitución. Para mí, todo tipo que no se suicida está prostituido, en cierto sentido. Ahora bien, hay grados de prostitución, pero es evidente que todo acto presenta características similares a los de quien hace la carrera. Por tanto, hay que mantenerse aparte, no hacer autopropaganda.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario