Hay aquí frases que dan una idea de la confusión, del delirio, de las crueles angustias, de las luchas internas y del desprecio supremo que siento por la vida.


17 enero 2010

La casa de citas de mi corazón


Una soledad sin amigos, sin obligaciones y sin pasiones produce hastío, desaliento y aburrimiento.


Quien nace siendo un aristócrata del espíritu no es demasiado presuroso; sus obras aparecen y caen del árbol en una tranquila tarde de otoño, sin que hayan sido ardientemente deseadas, solicitadas, apremiadas por la novedad.


En toda conversación un tanto larga, el más sabio dice por lo menos una locura y tres estupideces.


... primero, si es así, no nos importa; segundo, puede ser así, pero también puede ser de otra manera.


... el ser que llama historia universal a su historia. ¡El hombre es "vanidad de vanidades"!


Cuando se determina el precio en función de la necesidad del otro, el acto se convierte en una fórmula más sutil de robo y de cobro injusto y violento.


La sociedad reconoce sólo las virtudes que le benefician o, al menos, que no le perjudican (las que pueden practicarse sin perjuicio o provechosamente, como es el caso de la justicia).


La moral ha surgido de la utilidad. La utilidad pública que ha tenido que luchar mucho por imponerse y para ser tenida en consideración frente a todas las utilidades privadas.


Cuida que tu reposo y tu contemplación no sean como las del perro delante de una carnicería. El miedo no le deja avanzar, el deseo le impide retroceder y abre unos ojos tan grandes como bocas.


La fe y la autoridad constituyen las fuentes de la conciencia: esta no es, pues, la voz de Dios en el corazón del hombre, sino la voz de algunos hombres en el hombre.


En la primera fase de la humanidad, se considera la valentía como la virtud más noble; en la segunda, la justicia; en la tercera, la moderación; y en la cuarta, la sabiduría. ¿En qué fase vivimos nosotros? ¿En cuál vives ?


Entre doce apóstoles siempre tiene que haber uno duro como la piedra, para que pueda edificarse sobre él la nueva iglesia.


Quien quiere dejar un partido o una religión se imagina que necesita refutarlos. Pero esta pretensión es orgullosa. Lo único que necesita es conocer con exactitud los lazos que le retenían hasta el momento a ese partido o a esa religión, lazos que ya no existen, así como las intenciones que le movían por ese camino y que ahora le conducen a otro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario